Variaciones fruto de la carencia de agua

Las adaptaciones de plantas propias de regiones con un periodo de sequía acusado son muy variadas y de distinto origen, desde variaciones en el metabolismo a modificaciones anatómicas. Algunas de estas peculiaridades son:
- Plantas anuales que mueren en otoño
- Plantas geófitos
- Doble sistema radicular
- Dormición estival
- Plantas vellosas y follaje gris
- Captación del vapor de agua del aire
- La sal, el viento frío y la sequía
- Parénquima acuífero
- Cubiertas céreas y espinas
- Reducción superficie foliar, transformación en espinas o desaparición
- Reducción superficie corporal
- Costillas y tubérculos
- Número menor y forma de estomas
El parénquima acuífero es un tejido creado como resultado de la adaptación de las plantas a los climas áridos ya que su principal función es la de almacenar agua. Las células que lo forman son de gran tamaño para conseguir un mayor volumen de reservorio y son propios de órganos como tallos, hojas y raíces de las plantas suculentas.
Las plantas suculentas tienen las cutículas de la epidermis de sus hojas y tallos muy desarrolladas y con una cubierta cérea gruesa. La cera es una sustancia grasa que ayuda a evitar la pérdida de vapor de agua por evaporación ya que las ceras tapan los poros, y repele el agua superficial a la vez que refleja parte de la radiación solar cuando es de color blanquecina.
A través de unos orificios en las hojas llamados estomas se realiza el intercambio gaseoso de O2 y CO2 entre la planta y la atmósfera, además de perder agua por el proceso de transpiración. Cuando están abiertos la planta también pierde agua mediante la transpiración, y por eso las plantas CAM abren los estomas por la noche y los cierran por el día.
Los cactus tienen una significativa menor densidad de estomas que otras plantas dicotiledóneas. Además, hay otras plantas xerofíticas que han desarrollado estructuras en torno a los estomas para mejorar la protección frente a la aridez.
Adelfa (Nerium oleander), esconde los estomas en unas cavidades del envés de sus hojas denominadas criptas estomáticas para reducir la superficie de exposición y crear un microclima húmedo en torno a la hoja.
Olivo (Olea europaea) están recubiertos por unos tricomas que los protegen a modo de sombrilla.
Los tricomas son unas células epidérmicas, normalmente con forma de pelos, que sobresalen hacia el exterior de la epidermis y tienen diversas formas, estructuras y funciones.
Un ejemplo en cactáceas lo tenemos en el Astrophytum myriostigma con sus abundantes tricomas escamosos que conforman su característico moteado:
- Protegen a la planta de la radiación solar.
- Reducen la intensidad de la transpiración y minimizan los riesgos de ser atacadas por herbívoros ya que hacen menos apetecible la planta.
- En muchos casos ayudan a recoger el agua de rocío.
Otra adaptación a la aridez son los colores blanquecinos creados por los tricomas o por la epidermis de ciertas plantas como lavandas, tomillos, jaras, Stachys byzantina, Cineraria maritima, etc. que aumentan el grado de reflexión de la luz solar, reduciendo así el calentamiento de la planta.
La reducción del tamaño y cantidad de hojas supone otra ventaja adaptativa, ya que resta su exposición a la atmósfera. Es bastante común en plantas xerofíticas que el volumen del sistema radicular sea mayor que la parte aérea de la planta:
- En longitud, para aprovechar el agua profunda en las estaciones secas
- En grosor, para mantener sustancias de reserva, principalmente almidón.