Metabolismo Ácido de las Crasuláceas, un arma contra la sequía

Debido al proceso explicado en el apartado Tipología, el contenido ácido dentro de las células de plantas suculentas varía entre noche y día. De hecho, el pH en las vacuolas puede disminuir hasta 3 en el periodo oscuro. Esta oscilación, unido a que el proceso se caracterizó por primera vez en las Crasuláceas, dan nombre al conjunto de reacciones como Metabolismo Ácido de las Crasuláceas, en inglés “Crassulacean Acid Metabolism” (CAM), un arma contra la sequía objeto de envidia en el mundo vegetal, ya que toda esta maquinaria metabólica redunda en una mayor eficiencia en el uso del agua, lo que viene a decir que estas especies invierten menor cantidad de agua en la producción de biomasa que otras con distintos metabolismos (plantas C3 y C4).

Ten en cuenta

Ahora bien, no todo son ventajas dentro de este proceso. Dada la limitada capacidad de las vacuolas para acumular malato, el crecimiento generado en estas especies debido exclusivamente al metabolismo CAM es muy pequeño.

Esto se traduce en que en condiciones de sequía, el mecanismo puede servir a la planta para generar crecimiento, pero en condiciones normales, este mecanismo pierde competitividad frente a otras formas de fijar carbono atmosférico.

Además, durante el día la transpiración supone un mecanismo de refrigeración de las plantas, ya que el agua al evaporarse disipa gran cantidad de energía. Las suculentas, al realizar dicha operación durante la noche, pierden esa capacidad de disminuir la temperatura de su entorno, por lo que ciertas especies, en sus calurosos lugares de origen y en exposiciones a plena luz, pueden ver sus tejidos sometidos a temperaturas mayores de 55 ºC.

Afortunadamente para ellas, poseen otros mecanismos de resistencia a este estrés.