Sustento para un buen crecimiento
Generalmente, cuando diseñamos un jardín, comenzamos pensando en las plantas que deseamos tener y en los espacios que queremos crear. La realidad es que, aunque son cosas importantes, para que las plantas arraiguen y el jardín sea un éxito, hay que comenzar por los cimientos. Estos no son otros que el suelo, la tierra.
Una buena estructura del suelo puede garantizarnos la salud y el crecimiento óptimo de las plantas y, más importante, un considerable ahorro de recursos hídricos y de mantenimiento en los muchos años que lo vamos a disfrutar.
Podemos hablar de tres fases importantes a tener en cuenta cuando hablamos del suelo: